"Hemos tenido un hijo y queremos bautizarlo, ¿qué tenemos qué hacer?"
Lo primero, daros la enhorabuena. Después, plantearnos dos cuestiones: ¿dónde y cuándo celebrar el bautismo de vuestro hijo? Para responder a esto recurrimos a lo establecido en el Directorio Diocesano de la Iniciación Cristiana:
El lugar propio de la celebración del Bautismo, fuera del caso de necesidad, es el templo que tenga pila bautismal; esto es, en primer lugar la iglesia Catedral y, en segundo lugar, la iglesia parroquial.
Como norma general, el niño debe ser bautizado en la iglesia Parroquial de sus padres, a no ser que una causa justa aconseje otra cosa. Para ello se requerirá la autorización expresa y por escrito del Párroco al que corresponden los padres.
No puede admitirse la celebración del Bautismo en los lugares donde, de acuerdo con el canon 858 del Código de Derecho Canónico, no haya pila bautismal.
En cuanto al tiempo de la celebración del Bautismo, si es posible, se administrará en Domingo y en la Vigilia Pascual particularmente el de adultos. Dado el carácter de la Cuaresma como tiempo de preparación al Bautismo de los catecúmenos y de renovación de la conciencia bautismal de los fieles, parece oportuno que durante la misma no se celebre dicho Sacramento, a no ser por causa grave, para que la Vigilia Pascual y el Tiempo Pascual aparezcan como el tiempo bautismal por excelencia.
Una cuestión muy importante sobre la que reflexionar es la elección de los Padrinos:
La Iglesia siempre ha otorgado gran importancia en la Iniciación Cristiana a la figura del padrino o garante del catecúmeno. Según una antiquísima tradición, la Iglesia no admite a un adulto al Bautismo sin un padrino, tomado de entre los miembros de la comunidad cristiana. El padrino le ayudará en todas las fases de preparación a los sacramentos y, después, contribuirá a su perseverancia en la fe y en la vida cristiana.
En el Bautismo de un niño debe haber también un padrino. El padrino representa a la familia como extensión espiritual de la misma y a la Iglesia Madre, y particularmente en el caso de los niños, ayuda a los padres para que el niño llegue a profesar la fe y a expresarla en su vida.
Los padrinos tienen una verdadera función eclesial de ayudar al desarrollo de la gracia bautismal junto con los padres. Y su importancia es aún más decisiva cuando los padres difícilmente pueden garantizar la educación de la fe del niño. La situación de las familias en nuestros días hace más necesario que nunca el ministerio de los padrinos, con frecuencia, como suplencia de la propia familia y que tengan la conciencia explícita del parentesco espiritual y las obligaciones correspondientes que el padrino tiene con el ahijado. La elección de los padrinos de los niños, que primariamente corresponde a los padres, no puede hacerse por razones de compromiso social, sino en tanto que puedan garantizar la perseverancia en la fe y en la vida cristiana de sus ahijados.
Por tanto, las condiciones que se requiere de los padrinos son las siguientes:
Los documentos necesarios son:
Una vez cumplimentados los requisitos, se procederá la elección de la fecha de bautismo.
Gracias por inscribirte.
Os esperamos el día seleccionado.